martes, 27 de marzo de 2012

FOTOS E HISTORIAS 2


Aquí la segunda parte de las fotos curiosas que tomé por Madrid.

WINDOWS LO HACE OTRA VEZ

En mis primeras publicaciones te presenté cómo, en diferentes ambientes, el sistema operativo windows había fallado, aquí te pongo el enlace. 

Ésta vez te traigo una imagen más:





Hoy en día, usar productos de Apple ya no es de profesionales en el diseño o en áreas similares, ahora se está volviendo moda; o tal vez ahora la gente conoce más de sus beneficios, cuando antes ni sabía que existía. 

No importa cual sea el motivo, el punto es que nunca había visto delatarse públicamente tanto a windows como en Madrid y especialmente en el metro.


LOGOTIPO EXTRAÑO

Como diseñador gráfico, me ando fijando en logotipos, anuncios, espectaculares y carteles que veo en la calle. Una publicación similar que tuvo muy buenas críticas y también la hice dentro de las primeras publicaciones de este blog, aquí puedes encontrarlo. 

En aquella ocasión, le inventaba posibles significados a las señalizaciones según lo que comunicaba a simple vista; pero en este logotipo no entiendo nada y tampoco sé que intentaba el que lo hizo. 


Parece un hombre con la cintura rota, o con la cadera muy abajo, y con un brazo más largo que otro, y no sé porqué tiene un sombrero en las "rodillas" y ¿Un bastón? ¿Quién se pone un bastón en las rodillas? 

Lo más raro es que es le da imagen a un restaurante, a pensar de que la imagen parece más de una tienda de ropa… o productos ortopédicos. 

¿Cuál es tu interpretación?


PUENTE ESPECIAL

Una de las diferencias más visibles entre un país de primer mundo y uno que no lo es, consiste en el cuidado estético que tienen en su arquitectura. Y aquí una muestra. 


Éste es uno varios puentes que están a lo largo del río manzanares que atraviesa a Madrid. Todo su delta se convirtió en un parque larguísimo donde familias y deportistas pueden acudir a tener espacios libres y un paisaje relajante. Como dato cultural, el estadio del atlético de Madrid, el Vicente Calderón, se encuentra a la orilla del río. 

Este puente fue uno de los que más me gustó, me dio la impresión  que era un vórtice. Parecía que en cualquier momento se iba a activar, se pondría a girar y te enviaría  otra dimensión, o a viajar por el tiempo o algo así.

martes, 20 de marzo de 2012

FOTOS E HISTORIAS



Ante la histeria de no saber de qué escribir esta semana, me acordé que tenía fotos chistosas que había tomado en Madrid en el tiempo que estuve allí. Las tomé para publicarlas aquí, pero se me había olvidado. 

A veces me pasan cosas así, tengo un plan B para alguna situación previendo que dicha situación  saldrá mal y que no me acordaré ni siquiera que tenía un plan B; entonces dejo todo listo para que me tope con el plan B sin querer y que me de cuenta que existía. Algo así como que mi yo del pasado, sabía que mi yo del presente iba a meter la pata y deja todo en orden para que en mi inconsciencia encuentre una salida fácil y agradezca a mi "yo" del pasado por se tan previsor. ¿No entendiste nada? No importa, tampoco es el tema de la publicación. 




En mi caminar por Madrid me encontraba muchas cosas curiosas que no me encuentro en Mérida (México) por andar en automóvil. Aquí unos ejemplos:

FACHADA FALSA


No, no es obra del photoshop, es un edificio que solo tiene la mitad construido normalmente y la otra mitad es una fachada como la que encuentras en los estudios warner. 

Es una cosa muy curiosa porque las casas antiguas de Mérida también tienen ese sistema, pero no fingen que tienen habitaciones, solamente que son más altas de lo que realmente son. 

Si tienes una buena teoría que explique el por qué de esta construcción, escríbela en los comentarios.


 VAGABUNDO MENTIROSO



Es triste ver a gente que no tiene casa, la verdad me parte el corazón. Sé que por algo han llegado a esa condición, pero como sea, debe ser duro. 

Yo entiendo que Buda no tenía posesiones materiales, que había alcanzado la iluminación y podía ver más allá del plano físico. También entiendo que Jesús vivía en austeridad y era un "maestro" itinerante y con todo, era feliz porque su misión no era terrenal… pero que este señor de la foto no me mienta, no creo que él considere que tiene una "buena vida" como dice su camiseta. 

Es una ironía de la casualidad. 


SEÑAL EXTRAÑA 


Esta es una señal pequeñita que estaba en un vagón del metro de Madrid. No sé que quiera decir, pero no yo no puedo dejar de ver a un quesito vampiro con smoking. 


martes, 13 de marzo de 2012

UNA DERROTA TOTAL



A los que no viven en México, les tengo una revelación importante: Tabasco, no es solamente una salsa picante, es también uno de los Estados de México. Es un sitio caliente y húmedo del cual yo digo: "Mientras menos de él, mejor"; creo que por eso le pusieron así a la salsa. 

Por desgracia, pasar por ese "sauna" es obligatorio al viajar del sureste hacia el centro de México. 

En la iglesia tenía a mis amigos de aventuras. Cuando salía un viaje, sabíamos que lo haríamos juntos, éramos unos vagos que nos divertíamos mucho haciendo de las nuestras y saltándonos reglas. De una u otra manera, aunque las cosas salieran mal, siempre se componían al final. 

Viajábamos hacia un campamento y pasamos por Tabasco, es un punto en el camino que está a ocho horas de Mérida, así que es un lugar estratégico para descansar un poco y comer, y así lo hizo el autobús en el que íbamos. 

Éramos cuatro personas, y cada quien llevaba una bolsa con sandwiches para aguantar el viaje de 24 horas. 

Paramos en un parque natural muy grande y bonito llamado "La venta". Es como una pequeña selva con un estanque en la cual, entre otra flora y fauna, hay cocodrilos y coatíes; los últimos, una mezcla entre zorro y oso hormiguero; ellos están muy acostumbrados a las personas y caminan libremente por el parque pidiéndole comida a la gente. Afortunadamente los cocodrilos no hacen eso. 

Mis amigos y yo nos sentamos en una banca a comer. Los árboles nos daban sombra, y teníamos una vista privilegiada, podíamos ver pasar a las personas y a uno que otro coatí. 

Uno de estos animalitos venía a la distancia y lo llamé con comida, estuvimos muy entretenidos dándole pedazos del pan de nuestros sándwiches. Pero quise llevar el juego a otro nivel. Como sabes, esa idea suele acabar mal. 

El coatí se llegaba a parar en dos patas para alcanzar la comida, se veía muy bonito; así que se me ocurrió (¿Porqué no?) Tomarle una foto mientras estaba en dos patas. Con una mano sostenía el pan y con al otra apuntaba con mi teléfono móvil. Tomé una foto, pero sabía que podría lograr una mejor toma. (Yo no soy el de la foto)

Mientras veía con detenimiento la pantalla, solo pude notar como la imagen se ponía borrosa, era el efecto de movimiento del animal saltando. En el segundo en el que bajaba el teléfono, solo veía en sentido contrario, cómo el coatí se elevaba hacia la comida que tenía en la mano. Solté la miga de pan, y mientras el animal cerraba el hocico, yo movía la mano hacia arriba. Casi lo logro, Los dientes rasparon 3 veces mi dedo índice, cada raspada era paulatinamente más grande indicando lo cerrado de la mandíbula en relación a la velocidad de alejamiento, ya sea de mi mano hacia arriba o del coatí cayendo; por fin la última marca fue la profunda, nada de que escandalizarse, pero si con suficiente sangre para justificar un gran susto.

Tras proferir una expresión de dolor y ejercer presión en mi dedo como acto reflejo para no sangrar mucho, mi fiel amigo Rigel entró al rescate de manera instintiva. Con la bolsa de pan donde se alojaban los sándwiches, hizo un par de movimientos circulares a manera de onda y con la frase: "Maldito animal" le lanzó el paquete al coatí que sabiendo lo que había hecho, se había internado dos metros en la sección de selva para disfrutar su bocado lejos de nosotros. 

Mientras la bolsa con la mayoría de nuestros sándwiches viajaba en el aire hacia el coatí, valoré la intervención de mi amigo, si bien no me iba a rescatar, al menos me iba a vengar (sí, la frase no es mía). Después a todos nos entró la cordura y caímos en cuenta que el objeto vengador era nuestra comida para las siguientes 18 horas. No recuerdo quien fue, si su hermana o Amadeo (el resto del grupo de amigos), pero alguien gritó "¡NO!" antes del impacto del proyectil. 

El desenlace fue dramático, ¡Rigel falló! la bolsa calló a 30 centímetros del coatí, el cual, al ver el paquete de comida, la agarró y ¡Se la llevó a las profundidades de su selva!. 

Ahora todos nos unimos al !NO!

Después vinieron 5 segundos de silencio. La sangre brotaba y el orgullo se desplomaba. 

Un "¿Está bien tu dedo?" rompió el silencio. Al final solo eras raspadas superficiales. 

Maldito animal, nos destruyó. Dejó en el grupo a un herido, acabó con nuestros suministros y le bajó la moral al equipo. 

Caminando hacia el autobús le agradecí a Rigel el gesto protector: "Gordo, gracias por entrar al quite (expresión mexicana que explica el acto de solidaridad) pero… ¿Cómo le lanzas la comida?"

Como caricatura de los ochenta, todo terminó en gente riendo. 

Pasaron los años y el rencor seguía vivo. Una desgracia alcanzó a Tabasco, los ríos se desbordaron y la ciudades quedaron muy dañadas por las inundaciones y deslaves. En mi odio contenido pensé: "No creo que ese cochino coatí haya sobrevivido, ¡JA!". Y de inmediato dijeron en las noticias: "Se reporta que ningún animal del parque Las Ventas, ha salido dañado" Y yo de nuevo: "!Noooooooo!"

Ahora he pasado del odio al reconocimiento. Si ese animalito pudo destruirnos y pudo sobrevivir a una catástrofe; debo reconocer que es un rival honorable. Ahora lo miraré con respeto, pero esperaré mi momento de la venganza; tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero llegará el día y estaré preparado.


martes, 6 de marzo de 2012

HISTORIA EN LAS CALLES


Cada fin de semana me da nostalgia por los amigos y la vida en general que tenía en Madrid, y por el clima por su puesto =P 

Viendo la película de "La invención de Hugo Cabret", ganadora del oscar a mejor película, se me alborotaba más la nostalgia. 

La historia ocurre en el París de los años 30 y al ver la ciudad, me provocó una cascada de recuerdos. Incluso en estos días estaba notando que dar dos besos al saludar ya me parece extraño otra vez; y cuando en la película lo hicieron, me movió más recuerdos. 

Como sea, París es una ciudad muy bonita. Basta con caminar por las calles para disfrutar su arquitectura. Así como en el centro de Madrid, París cuenta historias en sus edificios.
La capital española y otras ciudades del centro y sur, te transportan a la edad media, y no puedes dejar de imaginar cómo era la vida de las personas hace cientos de años en esas mismas calles que estás pisando.

El estilo de los restaurantes y bares pequeños poco han cambiado desde principios del siglo. Mi sensación al estar en aquellos lugares, es estar en una película de Scorsese o en una de James Bond. 




La frase "si estas paredes hablaran…" me la repetía miles de veces. 

En Mérida hay pocos edificios que puedan contarte historia y que no estén tan deteriorados que en vez de admirarlos, te den tristeza. Parece que hay un salto arquitectónico entre las ruinas mayas y los palacios de principios del siglo XX, tal vez las haciendas a las afueras de la ciudad pudieron existir desde la centuria de 1800, pero son pocas las que siguen en pie con dignidad. 


Este tipo de respeto que le tengo a los edificios y casas antiguas es la misma que puedes sentir al mudarte de casa, sobre todo si es donde has crecido. Ese último vistazo que le das a las habitaciones para revisar que no se te olvida nada; y de repente te entra la nostalgia y empiezas a recordar todo lo vivido dentro de esas paredes y techo; ése es el sentimiento del que te hablo. 

No es que quieras a la casa o departamento o piso; después de todo, no ha hecho más que estar ahí de pie; pero quieres las historias que pasaron en su interior. 

Creo que en este mundo tan efímero, ver cosas que hayan sobrevivido más que una vida humana nos sorprende, y mientras más antiguo sea, más cautivador; y si además de todo, es bonito, se vuelve fascinante. 


Piensa en las pirámides de Keops en Egipto. Ya no son bonitas ni tan gigantescas para lo que podemos ver hoy en día, pero que tengan más de 3 mil años es impresionante. El coleccionar monedas es otro ejemplo, no sé por qué lo harán otras personas, pero yo lo hago por la emoción de pensar en cuántas manos ha pasado la moneda que ahora tengo en las mias, cuantos kilómetros ha viajado desde diferentes continentes, en que pasajes de la historia les tocó existir (pensando en las que tienen cien años). 

Europa entera me parece cautivadora por todo lo que ha visto esa tierra, todos los imperios, las guerras, las glorias, las pestes, los hombres ilustres, el nacimiento de filosofía, artes y lenguas.





Por estas cosas es que siempre recomiendo viajar y conocer ese continente, se puede respirar el pasado, vivir el presente y estar en el lugar que más tiene que ver con el futuro del planeta. 

Si tienes la oportunidad de hacerlo, visita Europa y verás de lo que hablo.