martes, 21 de mayo de 2013

PALABRAS FUERTES




Oficialmente ésta es la publicación más superficial de la historia. Quedas advertido. La publicación anterior también advertí sobre su contenido, espero equivocarme en esta también. 

Tengo un grupo de amigos que son descendiente coreanos (como yo); somos muy unidos y cuando nos reunimos reímos mucho. Solemos armar un alboroto donde vamos porque somos muy ruidosos y últimamente muy indiscretos en nuestras conversaciones; digamos que somos clasificación C (como en el cine). 

Somos un grupo muy heterogéneo, nadie cree en lo mismo, entre la persona mayor y la menor hay unos 10 años de diferencia, tenemos situaciones familiares algo distintas... En fin, solo nos une ser descendientes coreanos y ser unos necios (o sea, de risa fácil. En México “necio” tiene dos connotaciones: la primera es “ser terco”, y la segunda es “tener un sentido del humor simple”). 

A pesar de nuestra clasificación C en las conversaciones, uno de nosotros se refirió a la prostitución como “la profesión más antigua del mundo”. En primer lugar me pareció chistoso que hablando de cosas más fuertes, censurara la palabra “prostitución”. Después de todo de lo que hemos hablado, esa era de las palabras menos sensibles a los pobres oídos ajenos al grupo que pudieran escuchar. En segundo lugar... Esa frase es un total desacierto.

La frase “la profesión más antigua del mundo” es popular, es decir, la dices porque todos aquí la usan, no tanto porque estés dando un dato arqueológico-social. No es que importe, no voy por la vida analizando cada palabra que dicen los demás, solo es un buen mito que destruir. Así que deslindo a mi amigo de la responsabilidad de usarla.

Prostitutas. Creo que la palabra en sí es fuerte fonéticamente y le da más dramatismo al significado. 

Toda vía recuerdo la primera vez que escuché el término "prostituta"; una prima contaba que su hermano le había llamado de esa manera a su ex-novia; yo tenía unos 9 años y no sabía el significado de la palabra, a mi me sonó como a un rango militar, pero como no me hacía mucho sentido en el contexto de la conversación le pregunté a mi mamá que significaba... Ya te imaginarás en el aprieto que la metí. Me dijo que era una mujer que tenía muchos hombres. Esa respuesta me bastó. A veces queremos pasarnos de abiertos con los niños y les respondemos más de lo que necesitan saber a su edad, dar respuestas simples y cortas sin meterte en honduras funciona muy bien; no tienes que soltar toda la sopa. Cuando ya crecí y supe que más significaba ser prostituta, comprendí porqué mi mamá no me contó toda la historia, pero tampoco me sentí defraudado, entendí el porqué. 

Pero vayamos con la frase: “La profesión más antigua del mundo”. Si la piensas 3 segundos puedes empezar a encontrar huecos en esa afirmación:
  • ¿De dónde sacan el dato? No creo que sea arqueológico... No creo que sea muy relevante para que los escribas del reino sirio plasmen de manera cuneiforme que había prostitutas y cobraban barato o algo así; no es como que desperdiciaran tablas de arcilla en cosas superfluas, no las usaban como twitter. 
  • Suponiendo que la primera profesión fuera la prostitución, ¿Cómo les pagaban? Si había una paga es porque alguien se dedicaba a alguna otra cosa antes. Si le pagaban con dinero tuvo que haber un acuñador, si le pagaban con comida, tuvo que haber un cazador o agricultor, o por lo menos recolector ¿O acaso la prostitución motivó la casería o y la agricultura? ¿No crees que primero la gente buscaba su comida y luego si le sobraba tiempo y comida buscaba otras cosas? 
  • Si crees en la Biblia, la primera profesión fue la agricultura y fue Adán el primer agricultor. Y no había más mujeres, aunque Eva quisiera ser prostituta antes que Adán fuera agricultor para llevarse el premio de “Una mujer fue la primera trabajadora del planeta”, no había con quien, solo estaban ella y su esposo.  
¿Alguien está a favor de la frase en cuestión? Escriban en comentarios su postura.


martes, 7 de mayo de 2013

HIJO ÚNICO


(Foto de: http://theessentialherbal.blogspot.mx)


Este será la publicación menos popular de todas, lo puedo augurar. 

Quien tenga de amigos a un par de gemelos puede saber que hay algo extraño con ellos, una especie de mística conexión entre hermanos y muchas preguntas y curiosidades al respecto de tu parte. Quieres saber cosas como ¿Es verdad que uno puede sentir el dolor del otro? ¿Alguna vez se han cambiado uno por otro para escaparse de la escuela o para salir con alguien? 

Tengo un par de amigos gemelos que cuando crecieron ya no se parecían, dejaron de ser gemelos; una cosa muy rara. Fue chistoso porque cuando eran niños jugaban a ser personajes de Dragon Ball, pero parte de su rutina de juego era hacer “La fusión”... En la caricatura te emocionabas al verlo porque dos personas se unían en una sola para combinar su poder, pero también combinaban su apariencia; como niño querías ver qué resultaba de la fusión entre Goku y Vegeta y fantaseabas al pensar cómo se vería la fusión de Piccolo y Krilin; pero mis amigos eran gemelos, lo único que podría resultar de su fisión es otro niño igualito a cualquiera de ellos. 

Fue mi momento geek. 

Otra modalidad extraña de hermandad es la ausencia de ella, el ser hijo único. Haciendo un cálculo de toda la gente que ha pasado por mi vida desde la primaria hasta hoy (en México, porque en España fue otra historia) podría decir que solo conozco a 5 hijos únicos además de mi; no estoy contando a los niños que posiblemente tengan hermanos en el futuro, solo a las personas que crecieron sin hermanos. Como somos una súper minoría en el tema de los hermanos, noto que se genera curiosidad al respecto. 

Si tienes hermanos, ¿Qué es lo que piensas cuando escuchas que alguien es hijo único?:
  • Que es solitario. 
  • Que es consentido. 
  • Que es egoísta. 
  • Que se aburre en casa. 
  • Te da curiosidad saber si le gustaría tener un hermano. 
Esas ideas aparecen a manera de pregunta o de prejuicio todo el tiempo; y si eres hijo único, estarás de acuerdo conmigo en que ya generas tus respuestas automáticas para esos casos. 

Por estadística, lo más seguro es que tu tengas hermanos, y déjame decirte que hay algo que me intriga de ustedes, y es “El lazo de hermandad”. Es esa cosa que los une a nivel muy profundo, eso que hace que te estés peleando horrible con tu hermano y si a los 5 minutos un tercero habla mal de él, te lanzas a la defensa porque no se pueden meter con tu hermano. 

Simplemente no lo entiendo. Supongo que sucede igual que con los padres; uno puede quejarse todo el tiempo de ellos, pero “solamente yo puedo hacerlo”, nadie más o se vuelve algo ofensivo. Sin embargo, en este caso, al menos con los padres tienes una conexión genética, reciprocidad afectiva y una deuda moral económica; pero con el hermano solo tienes los genes. 

Si tienes hermanos y viste la película de Thor y luego la de los avengers, no sé si justificaste a Thor por querer incondicionalmente Loki y arriesgar Asgard y luego a la Tierra por causa de ese “lazo de hermandad”; perdón pero yo no lo entiendo; si yo fuera Thor lo hubiera vencido a la primera sin mayor consideración y así me ahorraba tanta destrucción; me desespera Thor. No me juzgues tan rápido, no es que no albergue cariño en mi interior, es que no tengo hermanos para poder sentir eso.

Tal vez estés en la etapa de decidir cuántos hijos tener, esta publicación te puede servir de algo. Tal vez tienes amigos que son hijos únicos y esto te ayudará a entenderlos mejor.

Mi infancia no fue solitaria porque mis vecinos eran mis primos y todo el tiempo podía estar en la calle con ellos. Pero tampoco he escuchado a algún hijo único quejarse de no tener con quien jugar. Lo que resulta de la condición de hijo único son personas que nos llevamos bien con nosotros mismos, podemos entretenernos solos y somos menos dependientes de alguien para desenvolvernos y resolver nuestros problemas. En este aspecto, veo el ser hijo único como una ventaja. 

En cuestión de egoísmo, he visto más casos entre hermanos en comparación a hijos únicos y sus amigos. Lo que sí sucede es que nos volvemos muy individualistas: “Lo mío es mío y si lo quieres, tómalo, pero avísame antes”. Yo le llamo cortesía, pero soy hijo único, con cuento como autoridad en ese tema. 

Ser consentido es un tema de dos vías, ya que tus papás centran sus esfuerzos contigo, y si no estás equilibrado, eso puede hacer que caigas en ese juego. Así que se vuelve asunto de ambas partes. Hasta ahora, solo conozco a un hijo único consentido y muchos amigos con hermanos que lo son. En mi experiencia personal, puedo decir por estadística las personas con hermanos son más consentidos que los que no los tienen. 

Si como hijos únicos estamos orgullosos de algo, es de nuestra independencia. Entre hermanos se da mucho el efecto “Pollito”, donde va uno van todos. Lo que hace uno hacen todos. No es un absoluto y cuando termina la adolescencia se suele perder este efecto. Tampoco es culpa completamente de los hermanos, los papás promueven eso al decirle al mayor que cuide del menor. Agrega a esto el tema aspiracional del hermano menor hacia el mayor. 

Con los hijos únicos no hay comparación con los hermanos que causa tantos problemas en la familia y traumas internos. Es un alivio. 

Generalmente quisiéramos tener hermanos. Preguntado a otros hijos únicos, las mujeres quisieran tener un hermano mayor y los hombres una hermana menor. Curioso. Cuando eres niño adolescente pasa lo contrario, quisieras tener alguien de tu misma edad y género para que sea tu compañero de juego o de salidas. Pero tampoco nos morimos por tener hermanos; estamos bien así. Si no es este tu caso, dímelo en los comentarios, después de todo, solo se tratan de datos que saqué en conversaciones casuales, no de estudios complejos. 

Como pasa con los prejuicios, esas ideas popularizadas acerca de los hijos únicos suelen ser erróneas. Por lo mismo que conocemos el estigma que cargamos, creo que eso nos impulsa a romper esa cajita en la que nos han metido y mostrar que no somos como piensan los demás. 

Ahora, yo no tendría solamente un hijo. Aunque las cualidades que se adquieren son muy buenas, siempre está el riesgo de que el niño no trascienda de la sobreprotección que pudiera tener o el consentimiento que pudiera recibir de los padres; uno no puede apostar a que el niño tendrá un temple suficientemente fuerte para avanzar y no quedarse dormido en la comodidad paternal; aquí entran en juego protagónico los padres para remediar ese caso si se llega a presentar. 

También está el asunto social; el tener hermanos te entrena para una vida socialmente ... Adaptada a nuestra sociedad; el hijo único puede desarrollar una forma muy particular de ver al mundo e interactuar con él y eso le puede traer pequeñas dificultades sociales cuando crezca, aunque no más importantes que las que todo el mundo tiene de por sí. Todo se soluciona no dejándolo encerrado en su casa, sino involucrándolo con muchos niños y jóvenes mediante deportes o pasatiempos en equipo. 

Así como ser hijo único implica que todo el dinero, atención y cariño va hacia una sola persona, tambien todos los regaños, toda la aprensión, todos los traumas paternales, la disfunción familiar, etc., va a un solo recipiente. Y no solo va hacia un recipiente, sino que no puedes ni si quiera hablarlo con alguien a la par tuyo para recibir apoyo moral por lo menos.

En conclusión, si quieres un hijo nada más, no te sientas presionado de que las cosas irán mal; crecemos bien. Si eres un hijo único... Pues nada... Bien por ti. 

La próxima publicación hablaré sobre el cuidado del bebé... ¡No es cierto! Jeje (de nuevo lo siento Cervantes). Hablé de esto porque soy hijo único y al final de cuentas hablo de mis cosas con cierta coincidencia contigo; pero ya volveré a los temas habituales, aunque cada vez me queda menos claro cuales son.